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martes, 7 de septiembre de 2010

One Shoot: Amigas por siempre

Al filo de la noche oscura, Emilia sentía voces susurrantes en la ventana, entonces se tapó más y más fuerte los oídos con la almohada, no necesitaba ir a ver quien era, ya lo sabía y no es que no le agradaba que estuvieran ahí, es sólo que de verdad necesitaba estar sola.

Un mareo fuerte y repentino le vino junto con los dolorosos recuerdos del día, en un día había perdido a su novio, reprobado un examen y como si fuera poco ahora era la burla de unos niñitos.

-¡Niñitos! ¡Ahhhhh!-grito frustrada, aunque bien sabía que esto le pasaba por enrollarse con un chico menor, y como si fuera poco el la dejó por una rubia  hueca, ella era claramente el esteriotipo por el cual todas las rubias eran difamadas.

-Emi, tus amigas vinieron a verte- escuchó el grito preocupado de su madre, ya que en situaciones normales, ya hubiera corrido a abrazar a sus amigas… claro en situaciones normales y esta claramente no era normal.

Se miró en el gran espejo de su ropero antes de bajar.

Sus pequeños rulos rubios estaban revueltos, sus ojos verdes que a la mayoría de la gente le recordaban a las esmeraldas estaban apagados y su ropa se encontraba notoriamente arrugada.

Al acercarse escuchó los susurros desesperados de su madre para que sus siete amigas le contaran algo que le sirviera como pista para descifrar el enigmático comportamiento de su hija.  

Claro que ninguna tenía intención de contar nada, ninguna iba a soltar ni una palabra y menos si podía comprometer a su amiga.

-Es que leyó un libro triste y eso sumado a la presión de ser una adolescente y  de no saber que ponerse para el súper pijama party al que va a asistir, (claro que con su absoluto permiso) que será en mi casa a la que iremos en cuanto su queridísima hija se digne a aparecer por esas escaleras-dijo apresuradamente Jennifer, concluyendo con una sonrisa.

Jennifer aparentaba mucho menos edad de la que tenía, era pequeña y su sonrisa la hacía parecer aún más pequeña junto con sus pecas y su cabello rojizo. Era de baja estatura pero de alguna forma eso le daba un toque de ternura a su apariencia.   

-¡Y hablando de Roma!- dijo Pamela sacudiendo su largo cabello negro como la noche y mirando diabólicamente hacia Lucía con esos ojos azules como el mar en cuanto Emilia apareció en escena interrumpiendo la conversación en la que, solo ella sabía, ya era parte.

Lucía respondió a esa mirada imitando exageradamente a una chica inocente, pestañando hacia su amiga mientras la miraba con esos ojos chocolate y con una sonrisa picara en su rostro, sacudiendo de forma graciosa su cabello también color chocolate.

-Tu no vas a venir Emi, ¿que acaso no te acordaste?- le recordó Lucía falsamente porque sabía que su amiga no tendría otra opción que aceptar si no quería preocupar a su madre.

Emilia deseó no a ver preparado las cosas esta mañana, así ahora tendría tiempo y una escusa para ir a su cuarto y buscar alguna excusa para no ir o por lo menos aplazar el momento.

Pero como esta mañana, (cuando a su parecer era la chica más feliz de todo el mundo), estaba ansiosa ya hasta tenía sus cosas en el pequeño descanso de la entrada.

Emilia despidió a su madre con un abrazo y sus amigas con un simple abrazo, entonces se dirigieron a la casa de Jennifer, que casualmente estaba en la esquina de esa misma calle, desgraciadamente estaba situada justo al lado de la casa de Mauro, el chico que había jugado con los sentimientos de Emilia.

-Lo siento, sabes como son, no las pudimos detener-se disculparon Melissa y Laura, sin duda las más comprensivas y sensatas de esas ocho chicas que caminaban en aquella oscura noche, ya que, al menos para Emilia, no había ni una diminuta estrella.

Melissa era alta, morena, con sus ojos y su pelo a juego con su piel, mientras que Laura era bajita, rubia y de ojos celestes, cosa que ha Jennifer le dio mucha gracia el día que las conoció.

Al pasar por la casa de Mauro,  Ana y Catalina la fulminaron con la mirada de tal forma que de seguro que si las miradas derrumbaran, la edificación ya estaría hecha añicos.
Jennifer, Pamela y Lucía la miraron atentamente con un brilllo malicioso en los ojos.

Melissa arrugó su frente exfoliada recientemente y su rostro moreno se torno pensativo, mientras que Laura le dedico una sonrisa cálida y llena de comprensión a su amiga herida. Por su parte Emilia se limitó a jugar con un mechón de un mechón de  pelo intentando no pensar en el chico que se encontraba tras aquellos muros.

Al llegar a la casa azul con rejas celestes Jennifer estuvo buscando las llaves en la mochila, lo que a las demás les pareció una eternidad.

-Las-llaves-van-en-el-bolsillo-dijo irritada Lucía, antes de sacar mágicamente las llaves de la mochila de su amiga-¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?

-Ya lo sabía estaban entre el cuaderno de mate y bio, pff, es solo que tu mano es más larga-se defendió Jennifer y Pamela puso los ojos en blanco por su baga y patética respuesta.

Luego de saludar a los padres de Jennifer se dirigieron a su cuarto a empezar con la diversión, que para Emilia sería más bien una imagen de fondo ya que ella sabría que no podría apartar la vista de la ventana, que casualmente daba al cuarto del chico al que tanto había querido.

Pero antes de que nadie la interrumpiera sintió una mirada fija en ella mientras la ventana se abría, Emilia no se molestó en quitar la mirada ya que sabía que probablemente el ya la hubiera visto, pero no pudo evitar el color rojo de sus mejillas.

El la miró fijamente con una mirada que ella no pudo descifrar, pero le lanzó un avioncito de papel antes de cerrar la ventana nuevamete

Ella lo abrió rápidamente conciente de que siete monstruitos se encontraban detrás de ella chusmeando cada detalle.

Emi:

Lamento lo de Julieta, ella se abalanzó sobre mí, intente explicarte, pero parecía que el mundo confabulara contra mi y por distintas razones no pude, no les hagas caso a mis amigos, ellos no entienden, piensan que es otro noviazgo de niños, pero lo cierto es que tu fuiste mi primer amor, contigo me di mi primer beso y mi primera “cita” también la compartí contigo, tal vez ya no quieras estar conmigo pero espero que al menos podamos ser amigos, quiero que sepas que siempre guardaré cada momento que pase contigo y que jamás te olvidaré, me perdones o no, (porque se que a tus ojos  soy un simple niño el cual no vale la pena), te quiero decir que fuiste muy importante para mi y lamento que esto terminara así.

Te amo

Mauro

Catalina le tendió a la remitente de esa carta un avión ya hecho y sin pensarlo dos veces escribió algo breve y lo envió a la ventana de al lado en el preciso momento en que Mauro la abría, como si hubiera estando observando cada suceso.

Cuando lo recibió, esas dos simples palabras bastaron para que se sintiera alegre de nuevo:

Te Amo

-Guerra de almohadas- gritó Ana lanzándole una almohada y como si las demás no tenían oportunidad contra esa gran chica experta en karate se lanzaron hacia ella con todo lo que tenían similar una almohada.

Emilia entendió que pasara lo que pasara con Mauro, siempre podría contar con sus amigas, porque como dicen por ahí: los novios van y vienen las amigas son para siempre.

Y allí siguieron esas ocho chicas tan diferentes divirtiéndose juntas, porque tenían una cosa en común: su amistad, una amistad sincera que iba a ser para siempre a pesar de todo.




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Hola!

Abro entradas :)

Bueno esto va dediccado para Kari nuestra primer comentarista, jaja, para Flor y para mis 7 amigas que esto tiene un significado especial para ellas! jaja

Besos, comenten! (jaja no se a quien le digo, no tenemos practicamente seguidores, jaja)

Atte: Camilu

3 comentarios:

  1. camilu:
    bueno la verdad que es una historia que cuenta muchas cosas sobre nosotras( que nos han pasado), me dejo re shokeada y fue un tremendo comienzo para nuestro blog!!
    tengo la re emoution!! jajaj
    mucha inspiracion la de hoy.. jaja
    besos a todas!!
    muchas gracias kari!!
    pao

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  2. ME ENCANTO. La verdad Camilu te pasaste esta muy muy buena esta historia espero que subas mas porque me re enganche con la idea y creo que la que la lea también.
    Yo me re identifique con Lucia jaja es igualita a mi :O.
    Besitos
    GRACIAS KARI Y FLO POR ENTRAR A NUESTRO BLOG.
    Sofiu

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